Nos corresponde y atraviesa directamente el momento coyuntural que estamos viviendo en nuestro país, es importante cuestionarnos y repensarnos en cómo incide en nuestros espacios la aprobación del matrimonio igualitario. Esta ha sido una muestra más de que la sociedad se encuentra todavía gestando odio contra las cuerpas disidentes; el mural de Apitatan evidencia la falta de tolerancia y empatía que, en este cas
o los barrios aniñados de Quito, emanan hacia nosotres.
La cuestión aquí es pensarnos si es que el mural está representando fielmente la realidad de las cuerpas homosexuales y trans, o está romantizando la violencia a la que estamos expuestas en el cotidiano.
Nos dicen el amor es amor pero en la imagen de Apitatan vemos un amor mercantil, binario, monógamo… ¿Realmente es el amor que las cuerpas disconformes de la norma buscamos?
¿Merecemos violencia romántica y relaciones heteronormadas?… NO!
Est
amos en total desacuerdo con la eliminación del mural, primero por el derecho a la libertad de expresión y denunciar públicamente cualquier atropello hacia la comunidad, a pesar de que últimamente “la comunidad” LGBTI se ha visto mercantilizada y cooptada por varias plataformas políticas.
Pero es precisamene este motivo por lo que es necesario que cuestionemos si realmente el mural de Apitatan nos representa como cuerpas que buscamos desmontar la normatividad afectiva. Además de repudiar que en nuestros entornos se repliquen actitudes y tratos violentos y patriarcales.
El mural de Apitatan si
bien visibiliza la causa del matrimonio igualitario, está comparando los afectos de personas heterosexuales con personas diversas e inclusive coloca a la pareja heterosexual en el centro, como referencia de como se ve o como se debería ver el amor.
Nosotres nos encontramos conscientes de que nuestra lucha apunta a despatriarcalizar los afectos, destruir los juegos de poder en las relaciones y a resignificar el amor, por esto estuvimos el día sábado 13 de julio en este lugar, atendiendo a la convocatoria de otras cuerpas marikas, y muy claras en nuestra postura de que la visibilización no significa normar nuestros entornos.
ABORTAMOS LA HETERONORMA!